Grupos de lectura Seminario 5 de Jacques Lacan.
- IOM2 Venado Tuerto
- 30 abr 2016
- 2 Min. de lectura

Martes 03/05 Coordinan Mariel Giovanardi y Mario Zimotti.
Sábado 07/05 Coordinan Beatriz Nannini y Verónica Fernández.
Aunque parezca excesivo, podemos decir que el psicoanálisis se empantanó muy rápidamente. Ocurrió así fuera de la consulta de Freud y también fuera de su salade espera, en la que los miércoles se reunían algunos perdidos que habían reconocido en él al hombre de la verdad. La sala de espera de Freud durante el día era como una balsa de náufragos para sus pacientes, algunos de los cuales conocemos; pero también era una balsa de náufragos los miércoles por la noche, cuando llegaban otros desorientados que iban allí para intentar mantener la cabeza fuera del agua. Fuera de esa zona que era a la vez la corte de los milagros, el psicoanálisis siempre ha sido eso, las aguas sucias, el pantano... Hay que decir que Lacan pronto lo vio de esa manera. ¿Y qué es lo que buscó? Lo que buscan los espíritus lúcidos, buscó calzarse las sandalias aladas de Hermes, y se detuvo en otro lugar. Primero el estadio del espejo fue su forma de dejar ese palacio embarrado. Volando como una gaviota sobre un mar sucio, lleno del desecho de las ciudades y de los barcos, Lacan fue a posarse en un pequeño promontorio. Con sus pequeñas alas se posó sobre el estadio del espejo. Y luego, como éste era un promontorio un poco exiguo, se posó, o mejor digamos que encontró a Lévi-Strauss, Jakobson y la estructura del lenguaje. Ése era un promontorio mucho más interesante porque podía servirle de palanca, de punto de Arquímides, y fue a posarse justo al lado. Ése es el neologismo, el Witz de Lacan." (Jacques-Alain Miller - "Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan")
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